Cave Creek Canyon Mouth
Cave Creek Canyon Mouth (Credit: Jill Richards)

Viaje épico por carretera en otoño: Cañón de Cave Creek

El “Yosemite de Arizona” atrae a observadores de aves, científicos y excursionistas en busca de su magnífica biodiversidad.

Cada año, durante cinco meses, el Cañón de Cave Creek es un paraíso para los amantes de las aves. Los otros siete meses sólo es un paraíso.


“¿A poco no es el lugar más mágico de la Tierra?”, es la pregunta obvia que me hace Shefali Desai, una excursionista que cruzo por el sendero South Fork Trail, a la sombra de pinos, robles y sicomoros. Desai me cuenta que vive en Tucson y que lleva 19 años viniendo al Cañón Cave Creek. Para mi, en cambio, es mi primera visita. “Es bastante asombroso”, le respondo, mientras me inclino para ver los acantilados dorados y ocres que se asoman por encima de las copas de los árboles. “Y parece que lo tenemos todo para nosotros”.

El Cañón de Cave Creek está en el sureste de Arizona, en la región de las montañas Chiricahua. Si fueras un cuervo o un trogón elegante, un carbonero mexicano u otra de las más de 200 especies de aves que hacen del Cañón de Cave Creek su residencia temporal, podrías volar 11 km hacia el este y llegar a la frontera de Arizona con Nuevo México. O, tras un vuelo de 20,9 kilómetros hacia el noroeste, podrías posarte en una de las formaciones rocosas –conocidas como hoodoos- del Monumento Nacional Chiricahua.

Si vienes en coche, llegarás a este “lugar mágico” desde el pueblito de Portal, ubicado justo en la boca del cañón. Con mi mujer y nuestro hijo de 9 meses, llegamos al atardecer un viernes por la noche y nos alojamos en el Portal Peak Lodge, un albergue ubicado detrás de una cafetería y una tienda que, según el propietario, sólo ha cambiado de dueño tres veces desde 1929.


Portal Peak Lodge es justo el tipo de lugar al que uno quiere llegar después de un día de viaje por carretera por Arizona. El balcón al frente de nuestra habitación ofrecía vistas despejadas de las estrellas, y el sábado por la noche la cafetería sirvió un especial de costillas de cerdo excelentemente ahumadas, mientras sonaba música en vivo desde el escenario al aire libre del patio contiguo.

No hay mucho más que el albergue, una oficina de correos y un puñado de cabañas para observadores de aves. La gasolinera más cercana está a 96,5 kilómetros. Cuando los observadores de aves no están en la ciudad, este sitio es la imagen del aislamiento rural.

Los observadores de aves vienen a Portal cada temporada migratoria (de mayo a septiembre) porque el Cañón de Cave Creek es uno de los mejores destinos de Norteamérica para pajarear. Aquí se encuentran seis biomas de hábitat, desde matorrales desérticos hasta bosques de coníferas, pues en este sitio se unen cuatro grandes ecozonas: el Desierto de Sonora, el Desierto Chihuahuense, las Montañas Rocosas y la Sierra Madre Occidental. Aproximadamente la mitad de las especies de aves de Norteamérica pueden avistarse aquí, y la parte alta de las Montañas Chiricahua marca los límites septentrionales de reproducción de varias especies mexicanas.

Gracias a su asombrosa biodiversidad, el cañón de Cave Creek es un hábitat fértil no sólo para la cría de aves, sino también para la llegada de cientos de apasionados y científicos a menudo incomprendidos. Se dice que Portal tiene más gente con doctorado que cualquier otra comunidad de Arizona. El motivo: Decenas de biólogos, geólogos y antropólogos se instalan aquí para realizar investigaciones de campo.

Muchos de ellos se encuentran en la Southwestern Research Station del Museo Americano de Historia Natural, ocho kilómetros cañón arriba, en la que científicos y estudiantes de todo el mundo llevan a cabo proyectos de investigación desde 1955. Los terrenos de la estación están abiertos al público, y en otoño los visitantes pueden reservar alojamiento allí mismo.


Nosotros llegamos al estacionamiento de la estación un domingo en la mañana y pasamos casi una hora observando y fotografiando la asombrosa variedad de colibríes que revolotean alrededor de los comederos de la zona de observación. Un voluntario nos informa de que Arizona tiene más especies de colibríes – incluidas varias mexicanas -que cualquier otro estado de EE.UU., y que se pueden encontrar casi todas en el Cañón de Cave Creek.

Mientras hojeo un libro de historia en la tienda de regalos de la estación de investigación, encuentro una fotografía en blanco y negro de un cartel que solía dar la bienvenida a los viajeros que entraban en el cañón de Cave Creek, y en el que decía: “El Yosemite de Arizona”, en referencia a Cathedral Rock -una formación similar a El Capitán- y a las muchas otras agujas de piedra que se elevan hacia el cielo por todo el cañón.

Pero seamos razonables. No tiene sentido comparar Cave Creek con Yosemite, aunque ambos tienen sus propias ventajas. Por ejemplo, Cave Creek Canyon es muy pequeño junto a Yosemite y no tiene cascadas de 600 metros, lagos glaciares o los 5 millones de visitantes que inundan Yosemite cada año. En contraparte, aunque parezca sutil y discreto, tiene la ventaja de que sólo lo atraviesa una carretera, y todos los senderos y campings del camino parecen secretos. Incluso el liquen que cubre los acantilados de piedra parece la versión natural del aislamiento acústico, como para que el canto de los pájaros solo llegue a oídos que lo merecen.

No es de extrañar, pues, que mi familia y yo seamos los únicos fuereños que disfrutamos las costillitas BBQ y la música tradicional el sábado por la noche en el Portal Peak Café. Los otros ocupantes del local son los músicos, venidos de Tucson, y un par de empleados que han venido desde Silver City, Nuevo México, para ayudar a atender el negocio el sábado por la noche.

Es casi obvio que el origen del nombre de Portal sea español, aunque los lugareños lo pronuncian “portle”, en inglés. En todo caso, el significado de la palabra es el mismo en ambos idiomas y para Shefali Desai, la excursionista que conocí en el camino, el nombre de Portal es perfectamente apropiado.

“Siempre he pensado que esas imponentes formaciones rocosas que se ven junto al Portal Peak Lodge son como un portal a otro mundo, a otra dimensión”, dice. “No es sólo el paisaje, sino también la sensación del lugar. A veces, cuando camino sola por el sendero de South Fork, siento espíritus que emanan de las paredes de los acantilados y susurran en el agua corriente”.

Desai no es una de las científicas residentes de Portal, sino abogada y asidua visitante, con facilidad de palabra y olfato para la revelación. Sospecho que no será la última vez que me cruce con ella en el cañón de Cave Creek, mi nuevo destino favorito para un viaje otoñal por carretera.


SI VAS
Tiempo en coche desde Tucson:
2½ horas
Dónde alojarse:
Portal Peak Lodge, PortalLodge.com
Senderismo:
South Fork Trail (fácil) o Silver Peak Trail (agotador)
Excursión panorámica:
Se puede acceder al Monumento Nacional Chiricahua desde Portal a través de la carretera Pinery Canyon Road, que llega hasta Onion Saddle, a 2.300 metros de altura SNM. Esta carretera, en su mayor parte sin asfaltar, ofrece magníficas vistas, pero no es aconsejable en la oscuridad o con mal tiempo. Se tarda más de una hora en recorrer los 40 kilómetros de la ruta, por lo que se recomienda utilizar un vehículo de alta visibilidad.

Fotos de Jill Richards

About the Author

Sobre el autor

Scott Dunn - ES

Periodista retirado y nativo de Tennessee, Scott Dunn vive en Arizona desde hace 12 años.

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